Liderazgo Basado En La Confianza
1.
Liderazgo
basado en la confianza
El
liderazgo es la capacidad de comunicarse con un grupo de personas, influir en
sus emociones para que se dejen dirigir, compartan las ideas del grupo,
permanezcan en el mismo, y ejecuten las acciones o actividades necesarias para
el cumplimiento de uno o varios objetivos.
Por
lo tanto, el liderazgo se cimienta en la confianza; la confianza es la
herramienta con la que gestionamos la incertidumbre, la inseguridad y el miedo,
el antídoto a nuestra incapacidad de predecir el futuro en suelos de arenas
movedizas. A nivel organizativo, un clima basado en la confianza se manifiesta
en todos los aspectos del día a día: una comunicación más eficaz, mayor
implicación y cohesión de los equipos, mayor comportamiento cooperativo,
disminución de la rotación, fluidez de la interrelación con empleados, clientes
y proveedores. Asimismo facilita los procesos de cambio y favorece enormemente
la aportación de ideas creativas e innovadoras. (Muñoz Serra,
2012).
1.1. Confianza
Según (M.R.Covey, 1998)
La confianza es lo que hace que el mundo gire. Sin confianza, todo se frena,
todo se detiene. Efectivamente, la confianza es una virtud social, pero es
mucho más que eso. Investigaciones han confirmado que, las organizaciones con
alto nivel de confianza tienen mucho mejor desempeño que las organizaciones con
bajo nivel de confianza.
No
hay liderazgo sin confianza. Podrá haber gestión. Podrá haber administración.
Pero como dice: (Bennis)
“El liderazgo sin confianza mutua es un contrasentido”.
Ciertamente,
el principal trabajo de un líder es el de inspirar confianza. Tener una buena
reputación y la habilidad para crear confianza en un mundo de desconfianza es
una gran ventaja para cualquier líder, u organización, hoy día.
a) Comportamiento del líder
Cuando intentamos
conocer mejor como actúan este tipo de líderes vemos que, más que en la
aplicación de innovadoras técnicas de gestión, en lo que coinciden es en sus
valores personales y humanos intrínsecos y que las técnicas de gestión que
utilizan no son más que las conductas naturales acordes con sus propios
principios. De ahí que muestren un estilo de comportamiento alineado y
coherente. (Muñoz Serra,
2012) .
Estos líderes tiene son
de la siguiente manera:
Ø Son
personas que creen en las personas.
Ø Así,
no deben realizar un gran esfuerzo para apostar por ellas y ofrecerles
confianza y oportunidades ni les asusta el riesgo que conlleva confiar.
Simplemente su instinto es ese.
Ø Respetan
a las personas
Ø Comunica
abiertamente, escucha lo que tengan que decir, tener en cuenta sus necesidades,
intentar comprender sus puntos de vista.
Ø Anteponen
el equipo a sus intereses personales. Por eso asumen la responsabilidad de
aparecer en los momentos difíciles pero ceden el protagonismo al equipo en los
momentos de celebración
Ø Se
equivocan y lo admiten.
Ø Favorecen
la creatividad de las personas y la innovación en el día a día porque lideran
escenarios basados en la confianza y abiertos a la participación en los que no
existe el temor al fracaso.
Ø Prefieren
coordinar a controlar porque creen firmemente que la mayoría de las personas
son muy capaces de controlarse a sí mismas si se las deja.
1.2. Dimensiones de la confianza
1.3.
Tipos de confianza
1.4.
Construcción de la confianza
Según
(M.R.Covey, 1998) ; La confianza se construye con el
comportamiento. Hemos identificado 13 comportamientos que construyen y fomentan la confianza, que pueden ser
aprendidos por las personas y las compañías.
Ø Hable sin rodeos
Ø Demuestre respeto
Ø Cree transparencia
Ø Enmiende los agravios
Ø Muestre lealtad
Ø Presente resultados
Ø Sea mejor
Ø Confronte la realidad
Ø Aclare las expectativas
Ø Escuche primero
Ø Respete y cumpla sus compromisos
Ø Extienda la confianza
Construir
confianza no es un simple proceso que sucede de la noche a la mañana. Más bien,
es un proceso sistémico, cultural que puede suceder un líder a la vez, una
división a la vez, una empresa a la vez.
Conclusión
Los
líderes BASADO EN LA CONFIANZA se comportan con naturalidad y coherencia porque
su actuación es íntegra y consecuente con su pensamiento y sus propios valores.
No tienen que fingir ni disfrazarse ni aparentar lo que no son ni aplicar modelos
de gestión en los que no creen. Eso les proporciona serenidad personal y
credibilidad ante los demás y es la base que permite que crezca la confianza. Y
cuando la confianza mutua existe, todo resulta más fácil.